Chuton, la pelota de fútbol

Chuton, la pelota de fútbol

Érase una vez un balón de fútbol llamado Chutón, que  quería ser balón de baloncesto porque estaba cansado de tantas patadas y terminaba todos los partidos con dolores de espalda. Un dia, al terminar el  partido  Chutón se escapó para poder cambiar su vida. Quería cumplir su sueño, ser un balón de baloncesto y poder jugar algún partido.  Al caer la noche, Chutón, que  no veía bien, cayó  por una ventana. Dentro un camión de basura fue a parar, se manchó  y con un cristal se pinchó. Ya no había nada que hacer; sus ilusiones se habían acabado, estaba destrozado y no dejaba de llorar. De pronto a lo lejos escuchó una  voz que decía…

-Hola, soy Fran el caracol.  ¿Qué te pasa ?

-Hola, me llamo Chutón y me escapé  para intentar cumplir mi sueño ser una pelota de baloncesto. Como verás soy una pelota de fútbol, aunque ya no  sé lo que soy. Al caer al camión de la basura me pinche con un cristal y ya no valgo nada.

-No te preocupes, yo te voy ayudar. Mis babas de caracol son mejor que un pegamento. Taparé el pinchazo y te llenaré de babas  para que te revuelques por la arena, y esta se quedará pegada y con  un poco de pintura…¡todo solucionado¡ ¡ Voy hacer de ti una pelota de baloncesto!. Confía en mí.

Fran, el caracol,decidió que lo mejor era ir  a visitar a su amigo Thor, el calamar, que vivía en una gran pecera en la casa de al lado del parque. Subió  encima de Chuton y entraron en  la casa por la trampilla del perro. Llegaron al comedor y ahí estaba su amigo Thor, que de un salto se escapó de la pecera para saludar a  su amigo.

Fran, el caracol, le  contó el sueño de Chutón a su amigo y decidió ayudarlo.  Lo abrazó tan fuerte que su tinta envolvió todo el balón quedándose de un color negro azulado. Su sueño se había cumplido; se convirtió en una bonita pelota de baloncesto. Como hicieron mucho ruido despertaron a los dueños de la casa, que  encontraron el balón en su  salón.! Se quedaron atónitos¡. Al día siguiente, el hijo de la familia tenía un partido de baloncesto y al ver a Chutón tan espectacular decidió  llevárselo al partido. Asi, Chutón pudo hacer lo que más ansiaba; cumplio su sueño, jugar un partido de baloncesto. Y todo, gracias a sus amiguitos.

Colorín colorado este cuento feliz ha terminado. Fin

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