Os voy a contar una historia que transcurre todos los años por Navidad en un pequeño pueblo, El dia 23 diciembre, el espíritu navideño invade todo el pueblo todos cantaban y decoran sus casas, y algunos no paraban de comprar regalos.
El pueblo se dividía en dos zonas; una rica y otra pobre. En la primera, las casas estaban adornadas con miles de luces de colores, mientras que en la pobre, se cubrían con guirnaldas de papel todas hechas por los niños. Vivian la Navidadde una manera muy diferente.
La mañana del 24, en la zona pobre se reunían un grupo de niños para vender dulces y poder comprar regalos a los más pequeños, pues sabían que por la noche venía Papá Noel. Hacia mucho frio y ese año no vendían ni un dulce. Todos los niños estaban muy desmotivados pero ninguno se rendía. Entre ellos, había un niño que destacaba entre los demás, porque no tenía ningún espíritu navideño y no creía en Papá Noél, sin embargo necesitaba vender algún dulce para comprar una muñeca a su hermana pequeña, que sí creía en Papá Noél.
Cuando ya regresaban a sus casas, una anciana les paró. Tenía mucha hambre, así que a los chicos la dieron todos los dulces que tenían. Por este gesto tan maravilloso, la anciana los compensó obsequiandoles con una caja de rotuladores . No eran unos rotuladores cualquiera; sino,.. unos brillantes rotuladores mágicos. Ios niños se quedaron boquiabiertos ante aquel suceso tan misterioso, y la anciana desapareció.
Al no tener ya dulces que vender, los niños tuvieron que regresar a casa sin regalos para los más pequeños. Pero, se repartieron los rotuladores quedándose uno cada uno. Seis rotuladores para seis casas desfavorecidas. Eran familias que tenían dinero, pero les sobraba amor. Y ahora cada casa tendría un rotulador mágico, cuya magia no se había descubierto.
Uno de ellos, el que no creía en nada, estaba disgustado por haber podido comprar la muñeca a su hermana, pero sin venirse abajo, decidió dibujarla en un papel con uno de los rotuladores mágicos. Era una muñeca preciosa, al terminar de dibujar su cuarto se llenó de estrellas de colores y, por arte de magia, la muñeca saliendo del papel y se acomodo en el suelo. Se quedó sin palabras y corrió a casa de sus amigos para avisarles de lo sucedido y que así todos pudieran salvar la Navidad.
Todos dibujaron todo los juguetes que no habían podido comprar a los más pequeños. Fue espectacular, algo que jamás olvidarán. La zona pobre se convirtió en la más rica del pueblo, no en dinero, sino en felicidad.
Al dia siguiente no hubo ni rastro de esos rotuladores mágicos. La bondad es una de las cualidades más importantes de las personas y siempre tienen su recompensa .
FIN.